El cerebro, como el resto de órganos, se va deteriorando con la edad. Es necesario diferenciar entre un envejecimiento normal o sano, entendido como resultado de un proceso «típico» propio de la edad y el desgaste; y un envejecimiento no normal o patológico, porque en este caso, lo más frecuente es que sea indicativo de que algo está ocurriendo a ese cerebro: una enfermedad neuro-degenerativa.
Cuando comienzan a aparecer diferentes síntomas cognitivos (fallos de memoria, despistes, problemas para encontrar las palabras, etc.) o cambios en la conducta y emoción (más tristeza, menos ganas de hacer cosas o poca sensación de energía, irritabilidad, explosiones de ira) se denomina Deterioro Cognitivo Leve: no tanto porque los síntomas sean menores o no tengan importancia, sino porque la patología aún no se ha desarrollado plenamente. Si la enfermedad progresa, estos síntomas se hacen más evidentes, y se produce una marcada pérdida de la autonomía, en ese caso ya hablamos de demencia o procesos neurodegenerativos primarios, como la Enfermedad de Alzheimer, demencia vascular, demencia fronto-temporal, y otras.
Por esto es muy importante actuar cuanto antes: ante los primeros síntomas cognitivos o de conduccta emoción, buscar ayuda de un profesional experto.