Cuando nació Reintegra, allá por 2007, teníamos claro que la visión global u holística de la persona iba a estar en el centro de nuestro modelo de trabajo.
De ahí Re-Integra: por un lado, en referencia a la idea de Rehabilitación Individual, es decir que aborde todos los aspectos de la persona; y por otro, la firme determinación para que las personas que tratamos retomen o se reintegren en su proyecto vital.
Como resultado de este convencimiento y empeño en poner a la persona y su proyecto vital en el centro de nuestras actuaciones, nos hemos convertido a lo largo de los años en pioneros y referencia en Asturias y a nivel nacional en el abordaje holístico-integral de los pacientes neurológicos, en la metodología transdisciplinar y neuro-rehabilitación centrada en la autonomía e independencia personal.
Prueba de ello son la multitud de conferencias en congresos nacionales e internacionales, charlas, y formación universitaria especializada que han impartido los miembros de nuestro equipo, especialmente su director, Igor Bombín.
Dado que el cerebro es el gran gestor de toda nuestra actividad (intelectual, emocional, motora, social) una alteración del mismo puede suponer la pérdida o desarrollo incompleto de algunas de nuestras funciones y procesos que nos permiten tener autonomía y una vida plena. En Reintegra abordamos todas las dificultades y repercusiones de alteraciones en el funcionamiento cerebral:
Dificultades en el neurodesarrollo
Alteraciones, dificultades o retrasos en la maduración cerebral a lo largo de los primeros años de vida (neurodesarrollo). Las alteraciones del neurodesarrollo, aunque sean leves, tienen como factor común que le generan al menor dificultades para desarrollar sus capacidades y para adaptarse a un ambiente, cuya demanda es cada vez mayor. Pueden provocar retraso psicomotor, retraso en la adquisición del lenguaje, síntomas cognitivos (trastornos de aprendizaje, atencionales, de memoria) o de regulación emocional y conductual (impulsividad, irascibilidad, alteraciones de conducta).
Daño cerebral adquirido
Entre los que destacan los ictus isquémicos, traumatismos cráneo-encefálicos, ictus hemorrágicos como principales causas; sin olvidar los tumores cerebrales, anoxia/hipoxia, encefalitis, u otras circunstancias que generan una lesión cerebral, dado que en todos estos casos las personas que lo padecen precisan de un tratamiento neuro-rehabilitador especializado.
Procesos neuro-degenerativos
Como los asociados a la edad y al envejecimiento sano y patológico (enfermedad de Alzheimer, demencia vascular, parkinson, u otras formas de demencia); o relacionados con otras causas, como la esclerosis múltiple.