Hoy en día el término Fisioterapia está a la orden del día. Todos hemos oído hablar a familiares, amigos, conocidos la frase de: “he ido al fisio” o “me han hecho rehabilitación”.Diferentes personas nos describen la fisioterapia de formas distintas y teniendo diferentes patologías, ¿es posible que la fisioterapia se haya expandido y especializado al igual que ocurre con la medicina actual? Realmente es así, durante las últimas décadas se ha investigado y ganado experiencia clínica en la rehabilitación de las diferentes disciplinas médicas: traumatología, neurología, reumatología…etc. En este post nos aproximaremos a una de ellas: la Fisioterapia Neurológica. Pero antes de empezar:
¿Qué entendemos por Fisioterapia?
Ante estas preguntas, lo primero que pensamos es MASAJE, además en un masaje placentero y relajante que nos quita todos los dolores y las tensiones corporales. También cabe la posibilidad de encontrar a otras personas que han pasado o están pasando actualmente por una lesión y nos dicen que reciben rehabilitación en una clínica privada, un hospital o una mutua, donde les pone parches, cables y el fisio les mueve o les manda realizar ejercicios.
Con todo esto, vamos a describir la Fisioterapia como la disciplina sanitaria que se dedica a rehabilitar las estructuras implicadas en una lesión (óseas, musculares, tendinosas, ligamentosas, nerviosas, etc.) y en la mejora de todos aquellos síntomas (dolor, tensión, rigidez, debilidad,…) que puedan aparecer a raíz de aquella lesión o como consecuencia de la reestructuración que realiza el propio cuerpo para evitar más daños derivados de dicha lesión. Para ello, un fisioterapeuta tiene los conocimientos necesarios para emplear las múltiples técnicas manuales que existe hoy en día y/o “aparatos” externos que le ayuden a conseguir el objetivo de la terapia.
La fisioterapia neurológica
¿Os suena las palabras: ICTUS, ACV, Hemorragia o trombosis cerebral, párkinson, esclerosis múltiple…? Todas estas palabras hacen referencia a un daño a nivel cerebral de mayor o menor gravedad y con múltiple sintomatología derivada de ello y reflejada a nivel corporal como puede ser: hemiparesia, hemiplejia, espasticidad, hipertonía, rigidez, hipotonía… La Fisioterapia Neurológica tiene como objetivo la rehabilitación de las secuelas de estas patologías. Es importante señalar que la lesión principal no se produce directamente sobre algo “palpable”, es decir, no se puede tocar, sentir, ni manipular directamente lo que conlleva que técnicas «tradicionales» de fisioterapia no tienen la misma efectividad.
Pongamos un ejemplo: ¿Qué sucedería si un día no pudiéramos sentir una parte de nuestro cuerpo?, ¿o que no nos respondiera, por ejemplo, el brazo y/o la pierna? Como consecuencia de lo anterior podríamos perder la capacidad para generar estrategias de movimiento, como por ejemplo: mantener el equilibrio del tronco sentados sobre una silla, conseguir ponernos en pie, andar o girar para dar la vuelta cuando caminamos. La Fisioterapia Neurológica se encarga de restaurar las funciones de las estructuras que se han visto alteradas después de un daño neurológico. Éstas funciones van desde las más graves como la perdida de movilidad y/o sensibilidad de una o varias extremidades hasta incluso la incapacidad de controlar el tronco e incluso la movilidad de la cabeza.
Los fisioterapeutas especializados en rehabilitación neurológica utilizan el tratamiento basado en los conocimientos actuales de neuroplasticidad, control motor y aprendizaje motor, con el fin de generar cambios a nivel de Sistema Nervioso Central, en el cual reside el origen de la patología.
Por ello, desde Reintegra queremos recordar la importancia de acudir a un fisioterapeuta especializado en la patología que cada persona esté sufriendo; siendo de vital importancia para el buen diagnóstico, planificación y ejecución de un tratamiento adaptado a esa persona y patología, especialmente cuando ésta es de origen neurológico.